Si bien los síntomas generados por la picadura de un Aedes Aegypti infectado de dengue pueden durar entre una semana y diez días, es frecuente la pregunta respecto a en qué momento estos aparecen. Según indican los especialistas, los síntomas pueden manifestarse de tres a siete días después de la picadura.

Por otra parte, si una persona contagiada de dengue es picada por un mosquito entre los dos días previos a la aparición de síntomas o los dos días posteriores al último día de fiebre, el insecto podría contraer la infección y así seguir propagando la enfermedad.

Cómo reconocer los síntomas del dengue

Los síntomas del dengue son poco específicos, es decir, pueden confundirse fácilmente con síntomas de otras enfermedades como gripe o resfriado. La clave es estar atento y consultar con un médico, nunca automedicarse

La fiebre es el principal factor a tener en cuenta al momento de empezar a considerar la enfermedad entre las opciones. Además, esta suele estar acompañada de alguno de estos otros:

Dolor detrás de los ojos

Dolor de cabeza, muscular y de articulaciones

Náuseas o vómitos

Cansancio intenso

Aparición de manchas en la piel

Picazón

Sangrado de nariz y encías

Cuáles son las fases del dengue

Cuáles son las etapas del dengue

1. En un primer momento se da la fase febril, esta puede durar hasta siete días con manifestaciones repentinas, malestar general, eritema, dolores de cabeza, en los ojos y las articulaciones. Se recomienda reposo, hidratación y control sostenida de la temperatura corporal.

2. La segunda fase es la que aparece entre el tercer y el séptimo día y se inicia cuando baja la fiebre y el cuerpo empieza a recuperarse. Sin embargo, el reposo y la hidratación continua deben mantenerse.

En esta fase pueden presentarse los signos de alarma que llevan al dengue grave: vómitos reiterados, edema o hinchazón, dolor abdominal intenso y mantenido, irritabilidad, somnolencia, desmayos y sangrado. 

3. La última etapa es la de recuperación y comienza entre el séptimo y décimo día cuando mejora el estado general de la persona y puede reincorporarse a sus actividades cotidianas.